Potencialmente, uno de los mayores beneficios del estilo de vida keto o la dieta keto o cetogénica es la generación y consumo de CETONAS, la cual podría ser o servir de tratamiento para aquellas dolencias o circunstancias que afectan al cerebro.
El cerebro tiene una necesidad vital de oxígeno para funcionar correctamente, depende de él hasta tal punto que, aunque el volumen del cerebro representa solo un 2 % de la masa corporal, consume hasta un 20 % del oxígeno. Por consiguiente, las células cerebrales son extremadamente sensibles a la privación de oxígeno.
Pues bien, las CETONAS:
- Impiden los efectos dañinos de la hipoxia al optimizar el suministro de oxígeno.
- Aportan además los lípidos, que son componentes esenciales de la estructura neuronal, y contribuyen así a la regeneración o reparación de las células cerebrales dañadas y a la síntesis de células nuevas.
- Las CETONAS evitan las vías metabólicas de producción de energía a partir de la glucosa y proporcionan una fuente de energía alternativa y más eficiente que aportan así a las neuronas la energía vital que necesitan para funcionar correctamente y crear el ambiente propicio para la curación.
Esto es enormemente alentador porque significa que las CETONAS podrían procurar los medios para revertir gran parte de los daños causados por una diversidad de trastornos neurológicos.
Se ha visto que las CETONAS protegen al cerebro de la formación de los depósitos de betaamiloide característicos del alzhéimer, así como el deterioro cognitivo asociados con esta enfermedad.
“BRUCE FIFE»