«UN SÍNTOMA VISIBLE DE LA RESISTENCIA A LA INSULINA ES EL OSCURECIMIENTO DE LA PIEL EN LOS PLIEGUES DEL CUERPO, SON COMO COSTRAS DE MUGRE».
Ingerir alimentos ricos en azúcares y almidones refinados provoca una rápida subida del nivel de glucosa; y si la dieta incluye un exceso de este tipo de alimentos, el nivel de glucosa en sangre es continuamente alto.
La exposición excesiva a niveles de glucosa elevados reduce la capacidad de las células para absorber la glucosa, y se vuelven resistentes a la insulina.
Como consecuencia, la glucemia se mantiene por encima de lo normal durante periodos prolongados, lo cual a su vez sigue estimulando la secreción de insulina en la corriente sanguínea. De este modo, tanto el nivel de glucosa como de insulina son permanentemente altos, y esto pone en marcha un círculo vicioso de resistencia cada vez mayor a la insulina y niveles de glucosa e insulina cada vez más altos. El nivel de glucosa se mantiene anormalmente alto las veinticuatro horas del día, incluso sin ingerir ningún alimento.
- Un nivel de glucosa en sangre en ayunas de entre 100 y 125 mg/ dl (de 5,6 a 6,9 mmol/ l) indica prediabetes o las etapas iniciales de la diabetes.
- Cuando el nivel de glucosa en sangre alcanza los 126 mg/ dl (7 mmol/ l) o más, a la persona se le diagnostica diabetes.
LA INSULINA NO SOLO AYUDA A LAS CÉLULAS A ABSORBER LA GLUCOSA, SINO QUE ADEMÁS ESTIMULA LA CONVERSIÓN DE GLUCOSA EN GRASAS Y PROMUEVE EL ALMACENAMIENTO EN FORMA DE CÉLULAS GRASAS, O LIPOCITOS Y POR ESO UN ALTO NIVEL DE INSULINA ES LA PRINCIPAL CAUSA DEL AUMENTO DE PESO Y LA OBESIDAD.
En el estilo de vida keto, una dieta cetogénica, ayuno intermitente y cetonas te ayuda a regular tus niveles de glucosa e insulina.
